viernes. 19.04.2024

Un informe encargado por Aguator a una empresa especializada apunta que la rotura y fuga de una tubería de la red de suministro de agua podría ser la causa de los problemas estructurales detectados en los cimientos del edificio situado entre las calles Santander y La Paz, cuyas labores de desalojo y apuntalamiento obligaron a cortar durante más de tres semanas el tráfico por un tramo de la calle José María de Pereda.

Sin querer hablar de culpables, el alcalde de Torrelavega, José Manuel Cruz Viadero, ha pedido "prudencia y cautela" y ha asegurado que determinar las causas del problema de la inestabilidad este inmueble es algo que se puede demorar "meses o años" debido a la existencia de informes contradictorios.

El regidor ha reconocido la existencia de un informe en Aguas Torrelavega, que determina que una fuga producida en una tubería de la red municipal de abastecimiento, detectada el pasado mes de abril, podría estar en el origen del problema. No obstante, ha desvelado que existe otro del gerente de la empresa municipal que no señala lo mismo, y aún no se conoce la decisión que pueda adoptar la compañía aseguradora de Aguas Torrelavega sobre la responsabilidad en la inestabilidad de la estructura, "por lo que toca esperar", ha afirmado Cruz Viadero.

El alcalde ha asegurado que, tal como está la situación, hay que "ser muy cautos" sobre las responsabilidades en el problema que padece el edificio, y por ello ha pedido "paciencia" a los propietarios de los inmuebles desalojados, ya que determinar la causas de las grietas "es algo que se aclarará con el tiempo".

En este sentido, ha avanzado que el Ayuntamiento actuará "dentro de la legalidad" defendiendo los intereses municipales y también los de los vecinos afectados, y ha destacado que el Consistorio "no se va a esconder" si es responsable del problema, "pero no se hará cargo de esos gastos importantes si no tiene responsabilidad".

Ha resaltado que es necesario esperar ahora a ver qué determina la empresa aseguradora de Aguator y después se iniciarán contactos entre las partes implicadas para llegar a un acuerdo sobre las responsabilidades y también sobre qué parte debe sufragar cada una en la solución final al problema.

El edificio afectado se sitúa en la calle Jose María de Pereda, entre las calles La Paz y Santander, y los problemas en la estructura se detectaron el 21 de junio cuando aparecieron grietas y se escucharon crujidos, lo que obligó al desalojo de los vecinos y un banco ubicado en la planta baja. Ante el riesgo que presentaba la situación, el Ayuntamiento decretó a primera hora de la tarde de ese día el cierre del tramo de la calle José María de Pereda que discurría por delante del inmueble, corte que permaneció activo hasta el 16 de julio. Durante este tiempo se colocó una estructura metálica en la acera para sostener la esquina del edificio más afectada, además de apuntalamientos interiores en todas las plantas del inmueble, que permanece desalojado. 

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