BRIDGESTONE CANCELA SUS INVERSIONES EN ESPAÑA

Los 30 millones de euros previstos se desviarán a otras plantas del grupo, al no aceptar los sindicatos rebajas salariales

Bridgestone ha decidido cancelar las inversiones previstas para sus tres plantas en España, al no aceptar los sindicatos las nuevas condiciones laborales que quería imponer la dirección dentro de la negociación del nuevo convenio colectivo. Unas condiciones que, principalmente, pasaban por establecer rebajas salariales del 20% para las nuevas contrataciones.

Ayer mismo la empresa anunció a los sindicatos su decisión de desviar los 30 millones de euros de inversión previstos en España al resto de plantas del grupo, entre ellas la de Polonia.  Esta suspensión de inversiones no afectará a la planta de Puente San Miguel, ya que estaban previstas para las de Burgos y Vizcaya.

El comité de la planta de Puente San Miguel de Bridgestone considera que esta decisión empresarial es "una maniobra" de la dirección para "presionar" en la negociación del convenio. El presidente del comité de la planta, Luis Ruiz Eguren, ha asegurado que esta decisión "un intento de doblegar" a los sindicatos para que acepten, entre otras cuestiones, la implantación del convenio general de químicas en las platas del grupo, como única forma de avanzar en la negociación del acuerdo laboral.

Ha detallado que la dirección comunicó ayer su decisión de no realizar ninguna de las inversiones previstas en las plantas españolas, que en conjunto ascenderían a unos 32 millones de euros, materializando los anuncios realizados en los últimos meses durante la negociación del convenio de 2016, 2017 y 2018. Según Ruiz Eguren, la comunicación se produjo al concluir el plazo dado por la dirección para que los sindicatos respondiesen de forma afirmativa a sus pretensiones de ligar avances en la negociación a las materialización de nuevas inversiones.

Además, ha mostrado el "total rechazo" de los sindicatos del comité intercentros a la última oferta de la empresa realizada el pasado octubre "por su falta de credibilidad y respeto a la plantilla", ya que considera que la dirección "maneja el convenio a su antojo y es la única en incumplir los acuerdos alcanzados". Ha recordado que el rechazo a las pretensiones de la empresa es unánime dentro del comité intercentros -integrado por los sindicatos UGT, CC OO, SITB-USO, ELA y BUB-, que hace semanas acusaron a la dirección de "ni siquiera mirar" su propuesta en las 15 reuniones celebradas desde que en mayo de 2016 comenzó la negociación.

La negociación del vigésimo quinto convenio colectivo afecta a 2.500 trabajadores de las cuatro factorías del grupo -Burgos, Cantabria, Basauri y Usánsolo (Vizcaya)-, se inició hace más de nueve meses y en este tiempo no se han producido avances significativos.

Respecto al futuro, Ruiz Eguren ha asegurado que los sindicatos esperan que en las próximas semanas se retome la negociación del convenio, mediante un nuevo calendario de reuniones en las que los sindicatos esperan que "se entre de lleno" en las cuestiones laborales, algo que hasta ahora la empresa ha evitado.