DESARTICULADA UNA RED DE TRATA DE BLANCAS MEDIANTE VUDÚ DIRIGIDA DESDE TORRELAVEGA

La Policía Nacional junto a Europol desarticula la red y libera a varias mujeres nigerianas sometidas mediante rituales con un brujo

Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con Europol, la National Crime Agency (NCA) y la NAPTIP de Nigeria, han desarticulado en España y Reino Unido una red internacional especializada en la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. La organización sometía a sus víctimas a rituales de vudú-yuyú que consistían en comerse un corazón crudo de pollo mientras bebían whisky y les arrancaban uñas, pelos de la cabeza y vello púbico.

La sede central de esta red criminal estaba liderada por una pareja asentada en Torrelavega. Los agentes han detenido a 12 personas como presuntos integrantes de la red en Cantabria (7), Vizcaya (2), Alicante (2) y en Mánchester (Reino Unido) y han liberado a cuatro mujeres prostituidas en nuestro país. El ámbito de actuación de la red se concentraba principalmente en Cantabria pero tenía ramificaciones en diferentes puntos de la geografía española. Destaca la jerarquización y el perfecto reparto de papeles de cada uno de los integrantes de la red que disponía de una fuerte estructura en España, Reino Unido, Italia, Libia, Níger y Nigeria.

La investigación iniciada hace casi un año ha permitido desmantelar un entramado criminal de ámbito internacional dedicado a la explotación sexual de mujeres captadas en Nigeria, valiéndose para ello de otros delitos conexos como la falsedad documental para facilitar su entrada y traslado por el continente europeo. Los agentes llegaron a intervenir hasta 23 líneas telefónicas para demostrar la actividad ilícita de la organización.

La red criminal estaba liderada por una pareja asentada en Torrelavega (Cantabria) quienes eran el nexo común con el resto de integrantes y se encargaban de facilitar la dirección y el contacto de los lugares donde debían dirigirse las víctimas para el ejercicio de la prostitución. Asimismo, realizaban las llamadas telefónicas a Nigeria para amenazar a los familiares de las víctimas cuando éstas no respetaban los plazos fijados para la deuda contraída por el viaje, o para indicar a los brujos que debían repetir rituales de vudú a sus víctimas para lograr un mayor control. Además se encargaban de distribuir a las mujeres por todo el territorio nacional amenazándolas mediante el uso de estos rituales.

La organización estaba asentada principalmente en Cantabria y Vizcaya e integrada por cuatro entramados supervisados cada uno de ellos por una madame con una o varias víctimas a su cargo. El escalón más bajo de la organización eran los controladores quienes se encargaban del control discreto y exhaustivo de las víctimas durante el ejercicio de la prostitución.

Ritos para garantizar la servidumbre de las mujeres

Las víctimas eran sometidas a rituales de vudú-yuyu. Estos ritos son usados para garantizar la servidumbre de las víctimas y gracias a ellos la organización lograba su objetivo de control con una simple llamada telefónica sin que fuera necesario que las madames estuvieran físicamente en el mismo lugar que la mujer explotada.

Las cuatro víctimas liberadas relataron que fueron sometidas a un ritual que consistía en comerse un corazón crudo de pollo mientras bebían whisky y les fueron arrancadas parte de las uñas, pelos de su cabeza y vello púbico. Con ello las víctimas se comprometían a pagar la deuda contraída por su viaje a España y a no denunciar a sus explotadores ante la Policía pues, de ser así, sufrirían grandes males no sólo en su persona sino en la de sus familiares en Nigeria.

Las víctimas liberadas se encontraban ejerciendo la prostitución en diferentes clubes y pisos de alterne situados en Elda (Alicante), Santander, Zaragoza, y San Isidro de Nijar (Almería), debido a que, aunque la organización se concentraba en Cantabria existían ramificaciones por otras provincias de España. El resto de los integrantes de la organización realizaban sus funciones desde terceros países, la mayoría en el continente africano (Nigeria, Níger y Libia) y sus cometidos estaban directamente relacionados con la facilitación del paso de las víctimas por diferentes zonas estratégicos.

Reparto de tareas, fuerte estructura y ámbito internacional

Los agentes en sus investigaciones detectaron la presencia de miembros activos de la red en Reino Unido e Italia, motivo por el que se ejecutó una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) y una entrada y registro en Reino Unido, país al se desplazaron los investigadores españoles para dar cumplimiento a la misma. Un miembro de la red se encontraba en Manchester por lo que se ha actuado en colaboración con la National Crime Agency (NCA) británica quienes hicieron efectiva la detención.

La organización destaca por su fuerte infraestructura no sólo en Europa (España e Italia) sino en Nigeria, país donde se realizaba la fase de captación de las víctimas entre aquellas mujeres de los estratos más bajos sociales y económicos sobre todo de la ciudad de Benin City. Allí, tras ser reclutadas tenían lugar los rituales mencionados de vudú para doblegar su voluntad.

A continuación las víctimas eran trasladadas a Europa usando principalmente la ruta central africana. Partían desde Nigeria hacia Europa pasando por Níger y Libia facilitándoles documentación o usando de manera fraudulenta la documentación de otras personas extranjeras a las que se les usurpa la identidad. Otro de los roles dentro de la organización son los facilitadores, quienes realizan todo tipo de tareas auxiliares como aportar cuentas bancarias, documentos, alojamiento, billete de transporte o rituales de vudú. De hecho la organización contaba con personas que realizaban estas labores en Benin City (Nigeria), donde ha sido identificado dos brujos, y en Nápoles (Italia) donde entraban en territorio Schengen y les dotaban de documentación falsificada para facilitar su tránsito por todo el territorio y evitar ser expulsadas. En Italia eran alojadas en pisos, en circunstancias penosas, a la espera de su traslado desde Italia a España concretamente a la zona norte donde residían sus madames

Víctimas encargadas de las tareas del hogar a las espera de la admisión a trámite de la solicitud de asilo

A su llegada a España, las víctimas de trata convivían con sus madames durante un tiempo prudencial, permanecían escondidas y se encargaban del cuidado de los hijos de sus explotadores y de la limpieza del hogar. La convivencia se alarga hasta que reciben las directrices de cómo realizar los trámites para regularizar su situación administrativa en nuestro país. Para ello recibían asesoramiento de cómo solicitar asilo en España y les ayudaban a conseguir la documentación pertinente y así evitar una eventual expulsión del territorio nacional. Con la situación regularizada mediante la petición y admisión a trámite de dicha solicitud, eran trasladas a diferentes puntos del país para ejercer la prostitución en casas de citas y clubes de alterne. El lugar concreto era elegido por la madame mediante consultas telefónicas directas con la dirección de los mismos, haciendo uso de lo que consideraban personas de confianza para realizar más fácilmente su control.

Durante su explotación vivían en dormitorios habilitados tanto para su alojamiento como para su uso con clientes sufriendo trato vejatorio, amenazas, maltrato y aportando parte de las ganancias del ejercicio de la prostitución para poder vivir en el local mientras que otra parte constituían el abono para ir saldando la deuda por el viaje. 

Una vez analizada toda la información recabada, los agentes llevaron a cabo operativos en las localidades de Torrelavega (Cantabria), Santander, Elda (Alicante) y Güeñes -Sodupe  (Vizcaya), contándose  con la presencia y colaboración en labores de análisis de la Oficina Móvil de Europol así como el apoyo presencial de dos funcionarios del NAPTIP de Nigeria. De estas labores han sido intervenidos 975 euros en metálico, documentación relacionada con las investigaciones, documentación personal y material informático como tablets, teléfonos y soportes físicos de memoria externa.

Un teléfono y un correo que facilita la denuncia de los delitos de trata

Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, puesto en marcha en 2013, y que dio lugar a la creación de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos, adscrita a la Comisaría General de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional. Con la puesta en marcha de este plan, la Policía Nacional activó la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos.