LA ESCALA SALMONERA EN EL BESAYA COMENZARÁ A CONSTRUIRSE EN ENERO

Soltados hoy en el río a su paso por la Viesca un lote de 7.309 alevines de salmón, dentro del programa de repoblación de las cuencas

7.309 alevines de salmón nadan desde esta mañana en las aguas del Besaya, en Torrelavega. Un nuevo lote de ejemplares, procedentes de los viveros del Centro Ictiológico de Arredondo, que se han soltado en el tramo del río que discurre por la Viesca, dentro del programa de repoblación que desarrolla la consejería de Medio Rural.

Estos salmones inician ahora un largo periplo que les llevará hasta el mar, y hacia las aguas más frías del norte hasta Groenlandia, para regresar dentro de un año a desovar. Eso sí, tan solo lograrán completar el viaje uno de cada mil, por los depredadores, la pesca y otras causas naturales.

En su viaje de regreso, la presa que existe en este río a la altura de La Lechera será otro de los obstáculos. Precisamente para eliminarla, el próximo mes de enero comenzarán las obras de construcción de una escala salmonera. Un proyecto de 300.000 euros de inversión con ocho artesas en escalera para que los salmones puedan superar sin dificultad los más de 2 metros de desnivel. "En cuanto tengamos aprobado el presupuesto, se iniciará la obra", ha confirmado el consejero de Medio Rural, Jesús Oria.

En el acto de suelta de estos alevines de salmón, que se suman a los cerca de 5.000 que se soltaron ayer en el Coto de Somahoz, en este mismo río, con el objetivo de garantizar la recuperación de esta especie en la que fue la cuenca salmonera más grande de Cantabria, también estuvieron el alcalde de Torrelavega, José Manuel Cruz Viadero, así como otros miembros de la corporación municipal; el director general del Medio Natural, Antonio Lucio, y el jefe de servicio de Conservación de la Naturaleza, Ángel Serdio, coordinador del programa de recuperación del salmón.

Oria ha confirmado la intención de su departamento de continuar con el programa de apoyo a la recolonización natural del salmón y ha recordado que en la cuenca Saja-Besaya el salmón atlántico se había extinguido a principios del siglo pasado.