LAS FILTRACIONES DE LA TURBERA PASAN A LA HISTORIA

Completada la compleja solución técnica para eliminar las humedades que desde hace años sufría este barrio, tras una inversiónde 77.000 euros

Las filtraciones de agua en La Turbera ya han pasado a la historia. Hoy han concluido los trabajos con los que se ha resuelto un problema que arrastraban desde hace años los vecinos de este barrio de Torrelavega, y que había llenado de humedades sus viviendas. La solución técnica, compleja, ha supuesto una inversión de 77.000 euros (cofinanciada por el Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Torrelavega) con la construcción de una zanja con una combinación de capas permeables e impermeables y un fondo drenante

La vicepresidenta regional y consejera de Universidades e Investigación, Medio Ambiente y Política Social, Eva Díaz Tezanos, ha visitado hoy estas obras de canalización de aguas subterráneas de La Turbera. Después de comprobar el resultado de los trabajos de canalización realizados por la empresa Rucecan, siguiendo el proyecto técnico de Dremex Díaz Tezanos ha mostrado su satisfacción por llevar a cabo una solución con la que La Turbera “pasa página” y sus vecinos ponen fin a “años de molestias, intranquilidades y de buscar una solución”.

Para la vicepresidenta, “hoy es un día positivo para el Gobierno y el Ayuntamiento, que hemos sido los que hemos llevado a cabo la solución definitiva al problema, y un día importante para los vecinos, que llevaban años sufriendo filtraciones y viviendo con una calidad de vida que no era la adecuada”.

Igualmente, ha puesto en valor el trabajo llevado a cabo por la empresa adjudicataria de la obra al dar con la solución a un problema que, en la anterior legislatura, con el PP, recibió distintos informes “contradictorios” y medidas que no dieron con la solución definitiva.

También ha subrayado la importancia de la inversión, más de 77.000 euros, así como de la colaboración institucional con el Ayuntamiento de Torrelavega, con el que el Gobierno regional decidió asumir de manera conjunta el problema para dar una solución en beneficio de los vecinos.

La vicepresidenta ha aprovechado la ocasión para felicitar tanto a la empresa consultora como a la constructora por la celeridad con la que han realizado la actuación, “en apenas un mes y medio”

En el acto también han estado presentes el alcalde de Torrelavega, José Manuel Cruz Viadero; el director general de Medio Ambiente, Miguel Ángel Palacio, varios concejales de la Corporación municipal y algunos vecinos de La Turbera, quienes han agradecido públicamente al Gobierno y al Consistorio una actuación “importante” que pone fin a “seis años de sufrimientos”.

Por su parte, el alcalde de Torrelavega, José Manuel Cruz Viadero, ha destacado el buen entendimiento con el Gobierno de Cantabria para dar con una solución que pone “un final feliz” a seis años de sufrimiento para los vecinos y se ha congratulado por “dar con la tecla” para encontrar una solución definitiva a un problema que el Partido Popular, en la anterior legislatura, “dejó de lado, despreciando a los vecinos”.

Además, ha señalado que esta obra se suma a otra serie de actuaciones que el Ayuntamiento está ejecutando, gracias a la “buena” colaboración del Gobierno de Cantabria, a lo largo de la presente legislatura, y ha citado, entre otras, el saneamiento de Barreda.

Más de 77.000 euros

Con un presupuesto de 77.618,93 euros, cofinanciado al 50% entre el Gobierno y el Ayuntamiento de Torrelavega, el proyecto ha consistido en realizar una zanja a lo largo de todo el barrio, con dos secciones distintas para recoger y canalizar las aguas. La primera de ellas, de 100 metros de longitud, ha servido para impermeabilizar y drenar el agua mediante la instalación de una tubería drenante que dirige el agua filtrada hasta el pozo de recogida.

En cuanto a la segunda sección, tiene una longitud de 700 metros y conduce el agua recogida hacia la red de saneamiento. Para ello, se han construido tres pozos de registro, uno de recogida y dos intermedios. Todos ellos estan comunicados entre sí a través de una tubería de hormigón de un diámetro de 800 milímetros.