LOS CONTENEDORES, MENOS HORAS EN LA CALLE

La mesa de trabajo del Ayuntamiento de Torrelavega estudia limitar a unas pocas horas al día la presencia de contenedores de basura en la vía pública.

El concejal de recogida de residuos y limpieza viaria, José Otto Oyarbide, ha avanzado algunos de los puntos en los que todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Torrelavega están trabajando para mejorar la recogida de residuos en la ciudad. Entre ellos, plantean limitar de 20 a 23 horas la presencia de contenedores de basura en algunos barrios de la ciudad. Una propuesta que aún tiene que ser estudiada y consensuada con el objetivo de reducir el número de contenedores en la vía pública y mejorar la imagen de la ciudad. Oyarbide ha descartado, como ya había anunciado hace unos meses, la posiblidad de soterrar los contenedores dadas las dificultades técnicas que presenta la ciudad.

Además el Ayuntamiento de Torrelavega quiere aprovechar que en diciembre de este año concluye el contrato de adjudicación de la recogida de basuras a la empresa Geaser para dar un giro de 180 grados a este servicio. El primero y más importante, el rescate de la gestión pública, una propuesta que será presentada al resto de grupos para tomar una decisión consensuada, y en la que también se quiere abrir un proceso de participación vecinal "para definir el nuevo modelo de gestión entre todos".

Pioneros en el quinto contenedor

Además, y tras presentar el Gobierno de Cantabria el nuevo plan de residuos -que pretende implantar la instalación de un quinto contenedor de color marrón, para la recogida de residuos orgánicos con los que generar compost-, el Ayuntamiento de Torrelavega se ha ofrecido a ser municipio pionero en esta medida, que según el concejal responsable del área, José Otto Oyarbide, podría suponer un ahorro aproximado de un millón de euros al año al reducirse el canon de vertidos. "Es una oportunidad, que ya hemos hecho llegar al director general de Medio Ambiente", ha explicado Oyarbide.

El concejal recuerda que el actual servicio de recogida de residuos le cuesta a las arcas municipales 3,5 millones de euros al año, de los cuales dos corresponden al servicio en sí y 1,5 millones es el coste del canon de vertido. Una cifra esta última que, con el nuevo contenedor marrón, se prevé reducir.

Por otro lado, Oyarbide ha querido dejar claro que la instalación de este nuevo contenedor "no supondrá aumentar el número de unidades en la ciudad", ya que muchos de los contenedores verdes se sustituirán por los marrones, y se recolocarán las distintas 'islas verdes' que existen repartidas por toda la ciudad (se denomina así a los puntos donde se concentran los cuatro tipos  de contenedores actuales). "Ahora es el momento de definir el futuro que queremos para este servicio", ha dicho.

Así, de cara al nuevo servicio de recogida de residuos de gestión pública que se quiere implantar a partir de enero de 2018, el equipo de Gobierno tiene ya definidas algunas de las mejoras que desea incluir. Entre ellas, la recogida puerta a puerta de vidrio y aceite usado para los hosteleros; la ampliación del servicio de recogida de enseres voluminosos a electrodomésticos de todo tipo, y la creación de un nuevo espacio para el depósito de los residuos: los puntos limpios móviles. Medidas todas ellas que se pretenden ir implantando de forma progresiva en el municipio en el periodo 2018-2020.