"NOSOTRAS PLANTAMOS LA SEMILLA, AHORA OS TOCA A LOS TORRELAVEGUENSES QUE SIGA ADELANTE"

Las últimas religiosas franciscanas del Hogar del Transeúnte reciben el homenaje de la ciudad en el día previo a su jubilación y cierre del centro

Mari Carmen: "Lo nuestro era sembrar, y la cosecha a veces no nos toca a nosotras recogerla; aquí hay mucha semilla, y os toca a todos los torrelaveguenses que siga fructificando, que no se quede solo en palabras y que siga adelante". Águeda: "Como franciscanas, con sencillez y humildad nos llevamos todo el recuerdo de esta tierra que nos ha querido y acogido. Y a donde no hemos llegado, no nos lo tengais en cuenta, le hemos puesto muchas ganas, y buena intención, os queremos de verdad y nos llevamos ese recuerdo de aquí".

Con estas palabras, las dos últimas religiosas franciscanas de Montpelier que atienden el Hogar del Transeúnte de Torrelavega, se han despedido hoy en el homenaje que el Ayuntamiento de Torrelavega ha rendido a estas religiosas que, desde su llegada a Torrelavega en el año 1973, han realizado su labor en la ciudad, principalmente dando cobijo a personas sin hogar. Un centro que cierra sus puertas este jueves 31 de octubre por jubilación de las hermanas.

Un homenaje en el que los alcaldes de las últimas legislaturas han recordado la labor realizada. Así, el actual alcalde Javier López Estrada ha presidido este "sencillo y emotivo homenaje", celebrado en la Sala Mauro Muriedas, y que ha contado con la asistencia de exalcaldes y exconcejales de corporaciones anteriores y una amplia representación de la actual Corporación Municipal.

La concejala de Bienestar Social, Laura Romano, ha recordado el trabajo de anteriores alcaldes y también de anteriores concejales del área. Como exalcaldes han estado presentes, y han intervenido expresando una enorme “gratitud” por el trabajo de las hermanas: José Manuel Cruz Viadero, Blanca Rosa Gómez Morante, Lidia Ruiz Salmón y han excusado su ausencia Javier López Marcano e Ildefonso Calderón.

El actual alcalde ha dicho que “vosotras no sois sustituibles, lleváis prestando una labor encomiable durante más de treinta años. El Ayuntamiento de Torrelavega ha dejado en vuestras manos la atención a todas esas personas necesitadas, y lo habéis hecho de una manera entregada, con vuestra vocación de vida y de servicio. Sois una parte de esa Iglesia a la que todos, católicos y no católicos, amamos y adoramos porque la labor que venís haciendo de entrega de vida es encomiable que todos admiramos”, valora el regidor.

López Estrada ha añadido que hoy “dejáis un legado importantísimo en el corazón, que no es poco conseguir unir a todas las corporaciones”. “Nos tenemos que ocupar de ampliar ese legado y nos hemos comprometido con la transformación del Hogar del Transeúnte en un nuevo centro de acogida adaptado a las nuevas necesidades y que esté a la altura de la labor que habéis venido realizando durante toda vuestra vida”, añade el Alcalde. “Agradecimiento de corazón y desearos lo mejor”, dijo López Estrada.

Laura Romano ha asegurado que “he podido apreciar y admirar” el “compromiso” de las religiosas con su labor que hoy se homenajea, y ha agradecido a todos los presentes su asistencia al acto, que ratifica la “indispensable tarea que han realizado con cariño, entusiasmo y mucho trabajo durante tantos años”.

María del Carmen y Águeda, en representación de la Orden, han agradecido este homenaje y han asegurado que “como franciscanas, con humildad y sencillez nos llevaremos todo el recuerdo de esta tierra que nos ha querido y nos ha acogido. Y que donde no hemos llegado nosotras, no nos lo toméis en cuenta, hemos tenido buenas ganas e intención de hacerlo lo mejor posible. Os queremos de verdad y nos llevaremos ese recuerdo de aquí. Muchas gracias”.

En recuerdo de este momento las hermanas han recibido una placa y sendos ramos de flores. Las religiosas de la orden Franciscana del Espíritu Santo de Montpellier han sido, desde hace más de 35 años, responsables del Hogar del Transeúnte. El homenaje de Torrelavega ha tenido el objetivo de reconocer su vocación de servicio con las personas más necesitadas, coincidiendo con el fin de su estancia al frente de este centro que atiende a personas sin hogar.