TRABAJADORES DE SOLVAY NO ACEPTARÁN DESPIDOS

El comité de empresa de Solvay ha comunicado  a la dirección que "ni se le pasa por la cabeza" aceptar salidas traumáticas de trabajadores como consecuencia del posible cierre de la planta de cloro, tras la decisión de Gobierno regional de denegar una moratoria para mantener la fabricación.

Los tres sindicatos representados en el comité -UGT (8 delegados), USO (3) y CCOO (2)- ha propuesto hoy a la empresa que cualquier ajuste de plantilla se lleve a cabo mediante recolocaciones o jubilaciones
anticipadas de los 50 trabajadores afectados, pero en ningún caso mediante posibles despidos.

El presidente del comité de empresa, Roberto García Porras, ha asegurado que el futuro de la planta "está en el aire" porque depende de la decisión que sobre la inversión prevista pueda tomar empresa portuguesa CUF, con quien Solvay mantiene contactos a fin de conocer sus planes inversores en Barreda.

Dirección y comité han mantenido hoy la primera reunión para analizar el futuro de la planta, encuentro "informal" según García Porras, que ha servido para analizar "los distintos escenarios posibles", ya que todos ellos dependen de la decisión que pueda adoptar CUF en los próximos días.

Según el sindicalista, la negociación "formal" sobre el futuro de los trabajadores de la planta de cloro comenzará cuando se conozca la decisión de CUF que, ha insistido García Porras, "todavía no ha dicho
que no vaya a invertir en la nueva fábrica", lo que podría suponer en mantenimiento del empleo.

No obstante, empresa y sindicatos han acordado volver a reunirse el próxima miércoles para continuar analizando la situación de la planta y, si se produce, la posible decisión de la portuguesa CUF sobre la
inversión en el cambio de tecnología de celda de mercurio que ya no se podrá utilizar a partir del mediados de diciembre.

García Porras ha insistido en que el comité "sí o sí" aboga por la recolocación de los operarios afectados por el posible cierre, aunque Solvay ha manifestado hoy sus reticencias dadas las dificultades de asumir a estos trabajadores, ya que representan casi el 15 % de la plantilla directa de todo el complejo de Barreda.

Tras conocer la decisión del Gobierno regional de denegar la moratoria para la planta de cloro, la empresa Solvay aseguró que ellos "de facto" suponía la paralización de la producción y la supresión de los entre 50
y 55 empleos directos.
Además, anunció su intención de retomar los contactos con CUF sobre este asunto para conocer "de primera mano" su posición al respecto, ya que hasta ahora había vinculado sus inversiones al mantenimiento de la planta en producción.

La multinacional portuguesa CUF anunció en septiembre del pasado año su intención de invertir 40 millones de euros para sustituir la tecnología de células de mercurio actualmente en funcionamiento, lo que supondría mantener los puestos de trabajo.

La decisión del Gobierno regional supone que Solvay deberá parar la producción de cloro antes del 11 de diciembre de 2017 en la planta de Barreda hasta que realice la reconversión industrial para poder reanudar la actividad con la nueva tecnología, supuesto que estudiará con CUF en
las próximas semanas.