El coronavirus no solo ha generado una crisis sanitaria, sino que también ha 'contagiado' a la economía. Un ejemplo es la fábrica Textil Santanderina, que ante la situación de parálisis del sector textil se ha visto obligada a adoptar medidas. Así, ha acordado con el Comité de Empresa aplicar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afecta al 86% de la plantilla: 273 trabajadores de los 317 que integran el personal de la empresa cántabra. El ERTE de esta fábrica textil de Cabezón de la Sal es de suspensión en unos casos y de reducción de jornada en otros, y se ha firmado para un periodo de tres meses, el comprendido entre el 1 de abril y el 30 de junio.
Según ha informado CCOO en un comunicado, el acuerdo firmado por todos los sindicatos con representación en el comité (CCOO, SIEP, UGT, CSIF y USO) se desarrollará de forma mixta, suponiendo en unos casos una reducción de jornada diaria mientras que en otras, y en función del área de trabajo de cada una, la suspensión será de jornadas completas. El ERTE se engloba entre los motivados por causas objetivas relacionadas con el coronavirus y durante el periodo de negociación se han celebrado tres reuniones. La empresa y el comité han pactado además una serie de mejoras económicas que complementan el ERTE.
La dirección de la Textil Santanderina explica que se ha visto obligada a aplicar esta reducción temporal de empleo ante la crisis económica derivada del coronavirus, tomando para ello diferentes medidas con la esperanza de que esta situación "mejore lo antes posible".
La Textil pone así punto final a la intensa colaboración que ha desarrollado en las últimas semanas para luchar contra el coronavirus, repartiendo miles de metros de tela para confeccionar mascarillas gracias a una amplia red de voluntarios. Hasta el momento, y dentro de la citada campaña, ha repartido de forma solidaria más de 60.000 unidades de estas mascarillas.
